Con retraso

|
Con retraso estoy publicando las notas que voy escribiendo (escribí el martes, sobre cosas que pensé o pasaron el lunes, y las publiqué miércoles y hoy jueves, con fecha del martes; menudo lío).

Con retraso llevo el informe final del estudio que llevo con un investigador externo (no sé cómo llamarlo, realmente).

Ayer estuve reunido con él, y le gustó lo que llevamos hecho. Es posible que de aquí salgan algunas publicaciones... Ya veremos. Ojalá.

Ayer volvió mi compañera de despacho, pero sólo para coger algunas cosas y arreglar un poco su armario, su mesa, etc.

La semana que viene comienza todo.

Una idea para medir (y perder) el tiempo

|
Una idea que se me acaba de ocurrir, y que no sé si llevar a cabo (más que nada, porque me quitará bastante tiempo y no sé si lo podré hacer de manera fiable y realista).

Estaría bien intentar medir, a lo largo de todo un cuatrimestre, por ejemplo, cuánto tiempo dedico a docencia, investigación y consultoría.

Para que me sirva, desde el punto de vista de gestión del tiempo, debería consignar también, de alguna manera, cuanto tiempo dedico a: mariconear por Internet (incluido el tiempo que empleo en este blog), comer y descansar, y actividades de ocio (deporte, familia, amigos, tele, libros, cine...).

Si lo haces con un nivel de detalle diario, la medición del tiempo dedicado a cada tarea debe ser realista e incluir el tiempo de descanso, de "no hacer nada", etc. Eso es lo realmente pesado de controlar, pero es al mismo tiempo lo más útil para detectar las pérdidas de tiempo. No sé si me atrevo a ello. Por lo menos, a grades rasgos, sí que puedo estimar cuánto tiempo empleo en las tres grandes áreas que he comentado.

Programa de festejos

|
También sobre ayer... (dio para mucho, el último lunes de agosto).

Este final de mes no me estaba gustando, pero ayer me sentí ya como "calentando motores" para el nuevo curso, y la verdad es que, haciendo balance de lo que llevo hecho y de lo que me falta por hacer, me sentí bastante animado.

Resumen de lo que he hecho este mes:

  • DEA: no he comenzado a preparar la memoria, pero lo tenía previsto para finales de agosto.
  • TESIS: he avanzado bastante en la búsqueda y revisión bibliográfica. Aún me queda bastante (estimo que entre 1 y 3 meses de leer).
  • Colaboración con otros investigadores: hoy casi terminaré el informe, y mañana tenemos una reunión para discutir resultados y cerrar el tema. Cerrarlo, momentáneamente, porque de ahí pueden salir varias publicaciones. Puede ser un tema productivo.
  • Un artículo de investigación que estoy redactando: lo avancé tanto como pude, a principios de mes, pero lo he dejado aparcado.


Para el mes de septiembre y el de octubre, la faena está clara:

  • Continuar con la revisión bibliográfica de la TESIS.
  • Redactar la memoria para el DEA (y pagar las tasas, por cierto). La memoria realmente se basa en el trabajo de investigación que realicé en su momento dentro de los cursos de Doctorado, así que no debería suponer mucho trabajo.
  • Terminar otro informe parecido al que ya he comentado antes, que tengo pendiente desde mayo o así.
  • Tengo pendiente un posible curso de 1 día en una empresa (impartirlo), en octubre. Todavía no es seguro, pero si al final es que sí, tendré que dedicar tiempo a prepararlo.
  • Seguir con el artículo de investigación que tengo parado ahora.
  • Comenzar a reunirnos con una empresa con la que hemos firmado un acuerdo de consultoría, que durará al menos medio año. Ya hay que empezar a currar en serio en septiembre, en este tema. Y me va a quitar muuuucho tiempo.
  • Preparar los powerpoints y demás para un congreso que tenemos a finales de septiembre.
  • Preparar el powerpoint para el DEA, que será a mediados de octubre.
  • Poner preguntas para los exámenes de septiembre (en uno ya dejé hecha mi parte antes del verano; es lo mejor, lo recomiendo).
  • Pasar a limpio y colgar en la web la solución de dos de los exámenes de junio (de los que soy resposable o medio responsable).


Y creo que eso es todo... Para que quede claro que no son sólo las 11 horas de clase y 6 de tutorías, por cierto.

Tutorías, créditos y esas cosas

|
Ayer ya empezó a verse más movimiento en el campus. Todavía se puede aparcar prácticamente donde te dé la gana, pero ya no es un desierto, y comienzan a haber colas en las cafeterías, en algunos momentos del día. Los alumnos están ya de vuelta...

Ayer mismo me encontré con otra alumna, a la hora del café. Está preparándose para uno de los pocos exámenes que le quedan; mi asignatura ya la aprobó en junio. También se sorprendió de verme por aquí.

Al hablar con esta chica (muy buena alumna, la verdad), recordé que debía poner un horario de tutorías para septiembre (tengo 3 exámenes extraordinarios —o sea, "de recuperación"—). Envié un correo a los alumnos, indicándoles cuándo pueden venir a visitarme.

¿Cuántos profesores ponen un horario de atención en septiembre? Mejor dicho, ¿cuántos están disponibles en septiembre? Espero no ser el único. De hecho, sé que, en las asignaturas que llevo, no lo soy (por suerte, tengo buenos compañeros).

También ayer me preparé mi calendario y mi horario para el próximo cuatrimestre. En uno de los centros donde daré clase, el cuatrimestre empieza el día 17 de septiembre; en otro, el día 24.

Dado el título de este blog, que ya intenté explicar en su momento, tenía pendiente contar aquí cómo se distribuyen exactamente esos 33 créditos de clase que debo impartir en el curso 2007-08.

Entre junio y julio se produjo el "reparto" de créditos. La gente no lo sabe (los alumnos, quiero decir), pero a finales de curso, más que los exámenes, lo que nos ocupa (y, a veces, preocupa) a los profesores es decidir y saber qué asignaturas querremos y podremos impartir el curso siguiente. A veces se convierte en una negociación bastante desagradable. Siempre hay sorpresas de última hora...

Normalmente, la gente (ahora me refiero a los profesores) da siempre la misma asignatura, pero en cuanto a uno se le ocurre cambiar, o se produce cualquier alteración (una baja, una reducción docente, una excedencia, etc.), los movimientos y daños colaterales pueden ser tremendos (menudo efecto mariposa).

Bueno, ya contaré batallitas concretas del reparto de créditos, pero ahora no me apetece, la verdad.

Después de la "batallita" de este año, y salvo variaciones de última hora, este curso impartiré 31,5 créditos, que se distribuyen de la siguiente manera:

1.er cuatrimestre
CréditosHoras semanales de clase
8,75(27,8%)5,83h
2.º cuatrimestre
CréditosHoras semanales de clase
22,75(72,2%)15,17h


Las horas semanales de clase están calculadas bajo el supuesto de que 3 créditos equivalen a 2 horas semanales. Esto es así en la mayoría de casos (los horarios definitivos dependen de los centros), y se basa en los supuestos de que 1 crédito son 10 horas de clase, y que 1 cuatrimestre tiene 15 semanas reales de clase. En la práctica, un cuatrimestre suele tener entre 12 y 14 semanas de clase efectivas, así que, muchas veces, no llegamos a impartir todos los créditos que se supone que tenemos que dar.

En mi caso, las horas semanales de clase se ajustan bastante a la realidad, aunque es un promedio, ya que, entre otras cosas, impartiré clases prácticas de periodicidad quincenal.

A las horas semanales de clase hay que añadir, en todo caso, 6 horas semanales de tutorías. Que las cumplirá quien las cumpla, pero yo, desde luego, soy uno de los pringaos que las cumplen. Otra cosa es que sirvan de algo. Este año me propongo hacer un seguimiento de cuánta gente viene a tutorías a lo largo del curso. Los periodos estrella son las semanas antes de los exámenes, por supuesto. Y los alumnos esperan y pretenden que, en esas semanas, tengamos un horario de atención 24 horas non-stop, tipo Seven Eleven. Sobre todo, si te ven accesible. Bueno, hay de todo. La mayoría de mis alumnos son muy educados, la verdad.

Por si a alguien le pica el tema horario (una media de 11 horas semanales de clase, en el peor de los casos, más 6 de tutorías, hacen un total de 17 horas a la semana), aclararé que nuestra jornada laboral (la de los que estamos a tiempo completo) es de 35 horas semanales, creo.

¿Qué se supone que debemos hacer el resto del tiempo? Bueno, pues ya lo expliqué un poco en mi primer post: preparar las clases e investigar. Y también gestión, a quien le toque. Una versión más lucrativa de investigar, que se me olvidó comentar en ese primer post, es la consultoría. Es como investigar, pero trabajando para una empresa, con la que firmas un convenio o un contrato de colaboración.

Eso es de lo que más dinero da a la Universidad (que suele quedarse un porcentaje de todo lo que se hace) y a los propios profesores, claro. De hecho, hay gente que se dedica prácticamente sólo a eso (y a dar, mal dadas, sus cuatro clases, claro), y se forran, por así decirlo. No son la mayoría; sólo unos cuantos muy listos que se lo han sabido montar muy bien. Y lo digo sin resentimiento. Si yo investigase en algo que diera dinero, y tuviera una mentalidad empresarial... seguramente me montaría mi propia empresa, o bien haría lo que hacen estos.

Lo único verdaderamente criticable es el hecho de que hay gente que se monta su corralito de proyectos, contratos, convenios... (con becarios de investigación haciendo el trabajo duro a bajo coste) y llegan a descuidar del todo la investigación propiamente dicha (descubrimiento de nuevos resultados, etc.) y, sobre todo, las clases. Yo pienso que debe mantenerse un equilibrio entre todas las facetas de nuestro trabajo (porque ahí está la gracia, lo que lo distingue de cualquier otro). Si tu único objetivo es ganar dinero, y no promocionar ni favorecer el saber y el conocimiento, veo mucho más honesto montarse una empresa independiente, como he comentado.

Este post me ha salido muy largo, y la verdad es que no sé por dónde cortarlo o trocearlo, así que voy a parar ya y lo voy a dejar como está.

Micropausas

|
¡Hola! No pensaba escribir este fin de semana, pero aquí estoy.

Navegando sin rumbo fijo (concretamente, he estado en el blog de Lola, El Lolaberinto, y a partir de ahí he llegado al blog Comentaristas Dispersas), me he encontrado una aplicación que parece interesante: Workrave.

Todavía he de explorarla bien, pero a simple vista es una herramienta útil: permite configurar cuánto tiempo vas a pasar al día delante del ordenador, y las pausas largas y micropausas que vas a realizar durante ese tiempo.

El concepto de micropausa (descanso de unos 30 segundos en que se debe levantar la vista de la pantalla) me ha parecido muy interesante. Lo conocía de oídas (¿quizás por algún programa de La 2?), pero he estado leyendo sobre él en un artículo científico accesible a través del mismo web de Workrave.

Muy por encima, vienen a decir que las micropausas, tomadas en intervalos de unos 20 minutos, consiguen reducir la sensación de incomodidad en zonas como cuello, muñecas, espalda y hombros, cuando se trabaja mucho tiempo seguido delante de un ordenador; todo ello, sin perjudicar al rendimiento o la productividad.

También existen las macropausas o pausas para descansar (5 minutos de descanso por cada hora de trabajo, o así, para realizar algunos ejercicios físicos de estiramientos, desentumecer músculos, etc.).

Aunque mi problema es la productividad en sí, y no los dolores de espalda, voy a instalarme ese aparatillo, a ver si así me obligo a trabajar de manera más constante y si las pausas consiguen aumentar mi eficiencia (cosa que no trataban de demostrar los investigadores en el trabajo anterior, pero que yo desearía que se cumpliera).

Bueno, ha sido agradable cambiar de tema por un rato, y leer (por encima) un artículo que no tiene que ver con mi Tesis ni con nada.

La referencia del paper es esta:

    McLean, L.; Tingley, M.; Scott, R.N.; Rickards, J. (2001): Computer terminal work and the benefits of microbreaks. Applied Ergonomics, 32(3): 225–237


Por cierto, tampoco pensaba trabajar hoy domingo, pero al final esta tarde estaré en mi despacho de la universidad, avanzando el informe para el trabajo de investigación que llevamos entre manos, y del que ya he hablado en anteriores posts.

Más tensión

|
No sé si es la frase de alguna película (me suena), pero el caso es que me hace falta más tensión.

Hoy he estado dedicado al estudio que llevo entre manos con otro investigador, y el hecho de haberme comprometido con él y de llevar cierto retraso ha hecho que hoy trabaje más intensamente, aunque también me he despistado bastante...

No sé cómo, pero he de aprender a concentrarme más. Trabajo demasiado tiempo para el fruto que obtengo... Aunque tampoco me quejo; este verano, tengo que estar contento de lo que he hecho.

Y espero que también lo esté el investigador en cuestión, para el que he estado preparando hoy un informe preliminar.

Uno que se va. ¡Buen fin de semana!

[Por cierto, de la memoria del DEA, ni hablar; la semana que viene será.]

Encuentros inesperados

|
Esta semana el campus ha estado bastante vacío, pero no. Me explico: vacío en comparación con el resto del año, y en la zona en que yo me muevo; no hay profesores, digamos. En cambio, sí que se nota ya, desde mediados de mes, un aumento de la presencia de estudiantes. ¡Dios mío, han vuelto!   :-D

De esto me di cuenta hace unos días, cuando estuve en la hemeroteca, intentando rescatar algunos artículos antiguos que se supone que están disponibles en papel (al final, no hubo manera de localizarlos, pero esa es otra historia). Por el camino, y en la misma biblioteca (comparte edificio con la hemeroteca) me crucé con algunos alumnos, que se sorprendieron bastante de verme por allí.

Es muy gracioso ver la cara que suelen poner los alumnos cuando se encuentran contigo fuera del que ellos consideran que es tu hábitat natural (léase, el aula, los pasillos y tu despacho). Algunos, de repente, se ponen serios; otros, excesivamente sonrientes y cordiales... A casi todos les cambia la cara. Creo que yo hacía igual cuando era alumno, supongo.

He coincidido con alumnos o ex alumnos en el lugar donde veraneo (o veraneaba, cuando no tenía la espada de Damocles de la Tesis sobre mí), o yendo de cena... La última vez, no hace mucho, me localizaron (parece que tengan un rádar) en una zona de botellón en la que, casualmente, me encontraba. [NO me gusta beber, para nada, pero sí a la gente con la que estuve esa noche.]

El alumno en cuestión me vio justamente cuando ya me marchaba de allí. Me lanzó un inevitable "¿Qué haces por aquí?", que yo sorteé con un clásico "Dando una vuelta con unos amigos, pero ya me iba", y me dijo que a ver si le aprobábamos en septiembre (éste todavía es alumno; además, ya lo tuve en otra asignatura). Yo no tuve más remedio que dar otra respuesta tópica, suavizada con una sonrisa y un gesto distendido: "Cuando estudies, aprobarás".

Eso, y poco más. [Podría haber adornado el relato hablando del estado de semiembriaguez o euforia que se supone en estos casos, pero no se ajustaría a la realidad; la verdad es que yo tenía ganas de marcharme de allí, y al alumno se lo veía recién llegado, y sobrio.] Aunque a él, supongo, le habrá dado para estar hablando durante un buen rato, y realizar las más increíbles deducciones

PD: A los que leéis este post, ¿os apetece puntuarlo, usando las estrellitas que aparecen justo debajo de este texto? ¡Gracias!

Votando

|
He añadido en el blog la posibilidad de votar el contenido, mediante las ya clásicas estrellitas.

La herramienta que utilizo es Spotback. En esta página es posible encontrar muchos más widgets, que son estos cacharritos con los que uno puede adornar su blog, para —supuestamente— hacerlo más completo, interactivo y atractivo.

Bueno, pues eso... Os animo a puntuar las entradas de este blog. Será una manera de saber si lo que escribo resulta interesante para alguien (a parte de para mí).

¡Ah! Recordad: puntuad tanto como queráis; en este caso, las respuestas incorrectas "no restan".   ;-)

Agradecimiento sincero

|
Soy de los que les gusta comenzar las cosas por el final, entretenerse en los detalles... y, a veces, descuidan lo importante, lo esencial, lo imprescindible.

En ese contexto, muchas veces ha pensado ya en los agradecimientos que incluiré en mi Tesis cuando esté terminada (sí, podéis abrir los ojos como platos, y también reíros; yo, como mínimo, me sonreiría).

Sea como sea, por mucho tiempo que le dedique, nunca conseguiré superar la concisión y sinceridad que demostró el autor de la novela Fiver:

Doy las gracias a mi agente literaria, porque si no fuera por ella yo aún estaría durmiendo en mi furgoneta.

Sean Rowe (Fiver)


Me ha parecido para partirse de risa muy agudo. Lo he encontrado navegando en uno de mis webs favoritos: Cursioso Pero Inútil.

Avanzando en la selva gracias a los Post-It

|
Me marcho ya a casa (escribo desde el despacho). Me he concentrado hoy bastante... Mi idea, como ya comenté, era dedicarme esta semana a otros asuntos, pero hoy he seguido todo el día imprimiendo artículos, guardando su versión en PDF y, sobre todo, clasificándolos.

Los he ido revisando por encima, uno a uno, y he ido apuntando si son importantes o no, añadiendo una clasificación general, en grandes temas o asuntos. Gracias a unos maravillosos Post-It de colores, que compré hace poco en un "todo a cien" chino cerca de mi casa, esto ha sido posible.

Sí, ya sé... Por supuesto que mantengo una base de datos con todas las referencias bibliográficas que voy acumulando (ya hablaré otro día de las herramientas informáticas que utilizo), pero a la hora de la verdad, a mí me está resultando mucho más útil y práctico (y me ayuda para organizarme mentalmente) usar los Post-It de colores que he mencionado.

Gracias a esos maravillosos papelitos adhesivos, estoy saliendo de la selva de artículos y referencias en que ando metido.

Por cierto; había (hay, de hecho) una página web donde se trataban todos estos temas, sobre cosas (técnicas, actitudes, herramientas, etc.) que ayudan a la productividad y a la gestión del tiempo:


La seguía con interés, pero desde hace bastante tiempo no se actualiza su contenido... A mí, que soy bastante complicado y despistado, me venían muy bien todos los consejos y comentarios que encontraba en este sitio web.

Calentando motores

|
La semana pasada, después del suplicio de la falta de aire acondicionado, opté por quedarme en mi casa a trabajar.

Continué con mi búsqueda bibliográfica; llegué a marearme, porque creo que ya las ramas de este árbol de artículos empiezan a crecer demasiado. También continué leyendo una de las principales referencias que he encontrado, que contiene un completo review de "mi tema". Y sigo en ello.

Pero, después de un fin de semana de relax y encuentros familiares (y todavía me queda uno hoy mismo), comienzo la semana "como si volviera al trabajo". Ya sé que no me he ido, y que hoy estoy más solo que nunca en el Departamento (ni un alma), pero hoy me he levantado más pronto que últimamente (tanto que incluso he llegado antes de que desconectaran la alarma nocturna de seguridad del edificio), y con ganas de empezar otros asuntos pendientes que tengo que poner en marcha ya: un estudio que estamos realizando con un investigador de otro Departamento; la memoria del DEA (Diploma de Estudios Avanzados; ya escribiré otro día sobre esto); continuar con un artículo que estoy redactando...

Ya comienza a acumularse la faena. Para finales de agosto y comienzos de septiembre dejo toda las tareas pendientes de tipo docente: colgar en la web el examen de junio resuelto; preparar los exámenes de septiembre...

La revisión bibliográfica

|
Si hacer una Tesis Doctoral es una tarea que puede verse como una montaña, existe una actividad dentro de la Tesis que es, a su vez, otra montaña en sí misma: la revisión bibliográfica.

Después de una semana y pico, casi dos, dedicándome a ello, voy aclarándome, voy detectando qué artículos son los principales, qué cosas me falta hacer, etc. Voy lento, pero noto que estoy avanzando.

Aun así, hoy estoy teniendo un poco la sensación de "montaña", de que esto es algo inabordable... Necesito despedazar esta tarea (la revisión bibliográfica) en actividades más pequeñas, y centrarme en ellas.

He estado buscando inspiración en Internet, y este es uno de los artículos que más me ha gustado y me ha servido (aunque sólo sea para desbloquearme):


Y otro más, bastante claro, en mi opinión:


Algunas ideas sueltas que he sacado en limpio (lo copio en plan telegrama):

  • Sobre el procedimiento de búsqueda en sí:

    • Marcar artículos principales.

    • Buscar quién cita a los principales.

    • Hacer un resumen de cada artículo o fuente.

    • Intentar clasificar.

    • Es últil tener definida una lista de palabras y frases clave.


  • De cada fuente:

    • Autor(es): quiénes son, relevancia, formación/background.

    • De qué tema o asunto trata.

    • Qué problema aborda: definición, alcance, relevancia. ¿Teórico/aplicado? ¿General/particular?

    • Resolución del problema: cuál y cómo.

    • Líneas generales de la discusión o la argumentación.

    • [Se supone que todo lo anterior es fácilmente deducible a partir del abstract, la introducción y las conclusiones.]

    • Relación con otras fuentes ("citado por", "cita a").


  • Otras ideas:

    • La revisión debe ser crítica, no una mera relación o enumeración de documentos, etc.

    • El objetivo principal es dar una visión o perspectiva completa.

    • El tema debe estar acotado previamente.

    • [Hay documentos en Internet que orientan en cuanto a la redacción.]

A los que leéis este blog, os agradeceré cualquier comentario, orientación, pista, etc. acerca de la revisión bibliográfica de un trabajo de investigación. También estaría bien que compartierais experiencias personales al respecto.

Creatas y ejecutas

|
Por fin encontré la tira cómica a la que hacía referencia en un post anterior ("yepes o nopes", o "yepes o no yepes", como decía un compañero mío). Una sencilla búsqueda en Google allanó el camino bastante, una vez recordé el nombre de dichas tiras: "Creatas y ejecutas" (creativos y ejecutivos).

Ahí va la mejor versión que he podido encontrar (hay una especie de "remake" electrónico, pero no me gustaba). Pinchad sobre la imagen para ver la historia completa:



Es la tira más famosa de esta serie, enviada y reenviada por e-mail cientos de veces, y casi todas las menciones a "Creatas..." que aparecen en Internet hacen referencia a ella. He encontrado otra muy buena sobre el uso y conocimiento de las nuevas tecnologías por parte de los "ejecutas", en el blog El pito doble.

Uno, en el pasado, trabajó en el mundo real, fuera de los muros del Campus universitario, en el departamento de Marketing de una empresa (ya estoy dando pistillas). Una de las tareas que tenía asignadas era revisar las publicaciones que recibíamos relacionadas con el área, para crear una especie de dossier informativo. No era una revista de prensa, sino más bien una revistilla para que la gente del departamento estuviera al día; tenía incluso nombre propio: TDASCUEN.

La cuestión es que durante el tiempo que desempeñé dicha labor, me aficioné a las tiras cómicas de "Creatas y ejecutas", que aparecían en la revista Anuncios (una publicación de gran formato, literalmente; mayor que el de muchos periódicos, al menos en la época en que yo la hojeaba), y cuyo autor era Daniel Solana. Otra sencilla búsqueda en Google os dirá que este señor es actualmente el responsable de DoubleYou. Pues vale.

Digo que "era" el autor porque parece que hace ya tiempo que dejó de publicarlas. Aparentemente, las tiras también han desaparecido del web de Anuncios, pero puede
recuperarse algún resto a través de la maravillosa máquina del tiempo de Archive.org.

Qué tiempos aquellos...

Si alguien tiene el original en papel mejor escaneado, que lo comparta. Si alguien conoce a Daniel Solana (o es Daniel Solana), que le pida que vuelva a publicar sus tiras en Internet. Por pedir, que no quede.

Pruebas bajo un calor horrible

|
Gracias al blog Dummies Guide to Google Blogger Beta he conseguido introducir en los posts de este sitio la típica característica "leer más" (una manera como cualquier otra de perder el tiempo).

Todo esto ha sido en un entorno totalmente favorecedor para trabajar: 30 grados centígrados.

El aire acondicionado no funciona en el edificio, al menos hoy. Han venido a arreglarlo, y dicen que ya está, pero yo no noto nada (nada diferente al calor sofocante de antes, se entiende). Y mañana es fiesta (pensaba venir, pero ya no sé qué pensar ni hacer).

¡Tiempo!

|
Bueno, hablando de buscar tiempo para no hacer nada, os dejo esta tira cómica que encontré el otro día en El señor enviñetado (pulsad sobre ella para verla completa).



Voy a ver si compro un poco de ese tiempo. ¡Feliz fin de semana!

Lentos avances

|
Termina la semana, y puedo ir haciendo balance. [Bueno, hoy todavía me puede cundir bastante, porque me quedaré por la tarde hasta las 20h o así.]

Esta semana me he dedicado sobre todo a organizar mis referencias bibliográficas y a complementarlas/completarlas con una nueva búsqueda, pues me faltaban tanto artículos "estrella" como artículos recientes. Y todavía estoy en ello.

Al mismo tiempo, voy leyendo ya. A principios de semana llevaba leídos 2 artículos solamente, y no completos; desde ayer, estoy hincándole el diente a la Tesis Doctoral de uno de los actuales "capos" en el tema sobre el que versa mi investigación. ¡Me estoy enterando y todo!

Voy lento, pero me doy cuenta de que voy avanzando; concretamente, esta semana estoy haciéndome un esquema mental de todas las investigaciones previas sobre el tema, y de lo que se suele llamar el "estado del arte" (que más bien sería "situación actual").

Como digo, veo que voy lento, pero que avanzo, y que, sobre todo, me veo (con)centrado.

Esta semana también he tocado otros temas. El jueves tuve una reunión con un investigador con el que estamos colaborando. De esto, de manera directa, puede salir (debe salir, si todo va bien) un contrato de asesoramiento o investigación con una empresa, y una o dos publicaciones científicas. Indirectamente, puede suponer una fuente de futuras colaboraciones, contratos, publicaciones...; en definitiva, méritos de investigación.

Cuando digo "estamos", en el párrafo de arriba, me refiero al grupo de investigación al que pertenezco. Me doy cuenta ahora de que, hasta el momento, no había hablado de él.

¿Qué es un grupo de investigación? Buena pregunta, que intentaré contestar en otro momento. Digamos que es un club de pirados que investigan sobre lo mismo. Esa sería la definición práctica y sencilla; que no se corresponde del todo con la realidad, en algunos casos. Hay veces en que estás en un grupo "porque tienes que estar", o porque en un momento de ¿lucidez? elegiste como director de Tesis a alguien que pertenece (o incluso lidera) dicho grupo.

En mi caso, estoy bastante contento con mi grupo de investigación. Lo formamos cuatro personas, una de las cuales es mi director de Tesis. Como parte positiva, diré que nos llevamos bastante bien (aunque esto es bastante matizable; pero pienso que muy bien, comparado con lo que hay por ahí), que tengo la suerte de trabajar con buenas personas, esforzadas y, en el caso de mi director, bastante brillantes.

Como aspectos no tan positivos, diré que tenemos muy poca capacidad de trabajo, a mi entender. Poca productividad. Eso se traduce en una serie de problemas en la práctica, que amenazan nuestra propia supervivencia como grupo.

Ya tendré oportunidad en otro momento de extenderme más en este asunto (grupos de investigación, etc.). Ahora, voy a comeeeerrr...

PD: Estos días también he mantenido mi compromiso de hacer deporte. Tres días de gimnasio, llevo ya; y espero que dure.

Saber decir NO

|
Hoy ha habido soledad absoluta en el Departamento, salvo por las señoras de la limpieza. Se ha trabajado bien, la verdad, aunque he avanzado menos de lo que quería.

En el web ALT1040 he encontrado una referencia a un interesante artículo de FreelanceSwitch sobre cómo decir no, cuando se trata de aceptar nuevos encargos o tareas. Está pensado para los trabajadores "freelance" (o "froilán", como decía una avezada jefa de mi hermana), pero también es aplicable a los que, tanto en la Universidad como en la oficina, tenemos la cualidad/habilidad de recibir periódicas lluvias de "marrones" variados, por distintos flancos (o nos los buscamos nosotros mismos).

Esta es la referencia:


¿Por qué decimos "sí" cuando queremos decir "no"? No es que me ocurra mucho, pero a veces digo "no" demasiado tarde...

Por cierto, ya encontraré aquel texto tan bueno sobre la teoría de los marrones (de lo mejor que ha circulado por los e-mails en mucho tiempo).

Calma chicha

|
Sabía lo que era, pero me ha hecho sonreír la definición de "calma chicha" que da el diccionario de la RAE:

Calma chicha.

1. f. Especialmente en la mar, completa quietud del aire.

2. f. coloq. Pereza, indolencia.



Completa quietud, y también pereza e indolencia, es justamente lo que se observa estos días al pasear por el campus.

Todavía hay compañeros que aparecen por aquí, pero me parece que, en lo que queda de semana, pocos más personajes van a dejarse ver. Entramos de lleno en el "agosto puro", podríamos decir.

En la ciudad cada vez hay más gente en agosto, pero el agosto puro se mantiene en este microclima universitario.

En cuanto a mí, comencé el deporte que (me) (com)prometí el domingo pasado, y sigo avanzando, a paso de tortuga reumática, en la revisión bibliográfica. Poco más puedo añadir, de momento.

Lo de "tortuga reumática" estoy seguro que es una de las múltiples expresiones que he aprendido de pequeño, leyendo a Mortadelo y Filemón. Hay más ejemplos; ya irán saliendo. ¿No os ha pasado lo mismo?

PD: Hoy, mientras comía en una de las cafeterías abiertas y observaba el panorama, me ha dado por pensar: "¿Habrá lugares donde siempre sea 'agosto puro', lugares medio vacíos de gente, donde todo vaya como a cámara lenta, donde la gente que trabaja parece que lo haga a medio gas...?"

Planificando la semana

|
Este fin de semana he descansado (normal) y he acudido a distintas comidas y cenas, con familiares y amigos. Es lo que tiene el verano... A finales del cuatrimestre pasado, por mayo, me encerré para terminar el trabajo de investigación del Doctorado, y desde entonces hasta ahora casi no había vuelto a ver ni llamar a muchos de mis amigos.

[Mi sensación en julio fue, por desgracia, que no tenía claro si esta vez el esfuerzo o sacrificio había valido realmente la pena. Pero, como otras veces, esa es otra historia que merece ser contada en otra ocasión ("La historia interminable", de Michael Ende).]

El "atracón" de actos sociales ha sido demasiado, pero ya me he desquitado un poco. Hay otras cosas que había dejado casi por completo, como, por ejemplo, hacer deporte (tampoco es que yo corra la maratón, pero algo hay que hacer) o, simplemente, no hacer nada, levantarse tarde, pasar un rato leyendo un libro, o ver la tele porque sí.

Así que, para la próxima semana, en lugar de la lista de cosas diversas relacionadas con mi labor de investigación que me había programado, voy a "programar" un poco de deporte, un poco de ver la luz del día, andar, pasear... Quizás haga algún Sudoku.

Y también me dedicaré a avanzar la revisión bibliográfica que llevo en marcha; prefiero no parar por completo. Pero sí bajar un poco el ritmo, y equilibrar la balanza de trabajo versus vida (aquellos que piensen que el trabajo es su vida no entenderán esta última frase, por supuesto; ni lo esperaba).

¿Quién ha bajado el nivel? De la hamburguesa especial a la ensalada de pollo

|
Vengo de comer; he ido a una de las cafeterías del campus que están abiertas, a ver qué me daban.

Y, bueno, menuda casualidad. Me he encontrado a una antigua compañera de la carrera... ¡que todavía está estudiando! Le faltan 2 asignaturas para terminar. Y ha pasado bastante tiempo, la verdad. Me ha traído muy buenos recuerdos.

Mi amiga dejó de estudiar y ahora a vuelto a terminar lo que empezó. Se ha encontrado con una carrera que no tiene nada que ver con lo que dejó. Estos estudios tenían fama de duros, y ahora se ha convertido, en algunos aspectos, en un auténtico colegio/instituto, según me cuenta.

No es algo particular o exclusivo de ese grado o de ese centro, por desgracia. Será un tópico, pero es cierto: el nivel (el grado de conocimientos y aptitudes) de los alumnos que nos llegan a la Universidad cada vez es más bajo. En el mejor de los casos, se mantiene.

Esto sucede incluso en carreras de nueva o reciente creación, con 40 alumnos en clase y, por tanto, notas de corte de Selectividad realmente altas (en torno al 8,5). Muy cerebritos para algunas cosas, pero muy poco espabilados para otras: les cuesta pensar.

Sólo quieren aprender de memoria lo que tienen que vomitar en el examen. Y salir de botellón. La mayoría, claro. En general, muy preocupados por la imagen, por lo superficial, aunque los más "listos" intenten demostrar que van de profundos. En general; siempre hay excepciones, claro.

Pero, yo me pregunto, ¿cómo ha podido cambiar tanto el nivel de los alumnos? Y, sobre todo, ¿quién lo baja? ¿Lo bajan en Bachiller? ¿Lo bajamos en la Universidad? ¿Lo bajan los propios alumnos, demostrando que son más listos de lo que pensamos? ¿Son los alumnos los que cada vez están menos preparados, o somos los docentes?

Bueno, hay de todo. También he tenido alumnos que eran auténticos monologuistas del Club de la Comedia. Por muy mal que se comportasen en clase, era incapaz de no reírme con su ingenio.

Pienso que, más que cambiar el nivel de los alumnos, lo que ha cambiado radicalmente en 10 años, digamos, es el perfil. Y es que, en el fondo, la Universidad es un reflejo de lo que ocurre en la sociedad. Claro.

En resumen, el caso es que he pasado un buen rato recordando viejos tiempos, antiguas batallitas, etc. Todo esto, delante de una sana ensalada de pasta y pollo. Nada que ver con los jugosos bocatas de "hamburguesa especial" que nos zampábamos en aquellos maravillosos años.

Buscando la concentración

|
Ayer pasé la tarde en el pueblo de mi padre. La casa de mis abuelos está siendo reformada, y a mí me tocó estar allí "de guardia" para atender, guiar y controlar a los operarios que estaba previsto que aparecieran por allí.

Mientras esperaba a que llegasen, me senté en el escalón de la puerta de la casa que da a la calle. Para no desesperar de aburrimiento, saqué de mi mochila un artículo de investigación de los muchos que tengo pendiente leer, y un portaminas para escribir y subrayar.

Y allí encontré la concentración.

Había sol, pero estaba a la sombra, y corría una brisa agradable. Tan agustito, como decía aquel. Me leí el artículo de cabo a rabo, enterándome de todo, marcando cosas que he de revisar, ampliar, profundizar... Fue un gustazo, la verdad. Mejor que en cualquier biblioteca o despacho. No sé si será una situación reproducible, o si ha sido un momento único e irrepetible... Pero me animó y me alegró.

Hoy, mi compañero Chus, que todavía anda por aquí, me decía: "Lo cuentas como si fuera el primer artículo que te lees". Siempre dando la puntilla (no, si está claro que, en parte, lo hace por bien, para que me espabile). Bueno, no es el único ni el primer artículo que he leído, por supuesto, pero sí es el primero de los que tengo que leer.

Sí que es cierto que me falta el hábito; aunque me doy cuenta, por suerte, de que cuando me pongo, no tengo excesivos problemas para enterarme, coger la idea, etc. También, me falta un poco de orden (y esta frase no es la última vez que aparecerá en este blog): un artículo te lleva a otros artículos, a través de los artículos que éste referencia o que lo referencian a él. Hay que "barrerlo" todo, y no dejarse por leer nada que sea importante, etc.

Por cierto, por la noche me relajé yendo al cine. Fui a ver la peli de Los Simpson. Un hartazgo de reír. Se la recomiendo a quienes les gusten los episodios de televisión de esta extraña familia y su más extraño pueblo.

Windows a la Vista

|
Sin que sirva de precedente (no hay que abusar), me permito incluir otra tira cómica (hay que pinchar sobre ella para verla completa):


En mi Universidad creo que ya tenemos Windows Vista; o sea que ya podríamos instalárnoslo, si quisiéramos. Otra cosa es que den soporte de mantenimiento; y va para largo (lo mismo pasó con Windows XP en su momento).

Lo único bastante parecido que intenté instalarme hace poco (y no por gusto, sino por unos problemillas con la versión anterior) fue Word 2007... ¡Qué suplicio usarlo! Han cambiado tanto la interfaz que no era capaz de encontrar nada (aunque, si te sabes de memoria los atajos de teclado, puedes sobrevivir). Supongo que es como todo; con el tiempo, acabas aprendiendo el manejo del programa. Pero, de verdad, me sentí como esos incomprendidos padres y/o abuelos nuestros, a quienes tantas veces hemos criticado por no ser capaces de entender la lógica (?) de un determinado programa. Inmediatamente lo desinstalé, por cierto.

[Al final, conseguiré encontrar una tira cómica muy graciosa que una vez llegó a mis manos —en papel—, relacionada con el tema. "Yepe o no yepe". ¿A alguien le suena?]

La vida en 8 pasos

|
Una de las tiras cómicas electrónicas a las que estoy suscrito es Savage Chickens. Se trata de historias un poco surrealistas con unas gallinas bastante raras como protagonistas; siempre se presentan en un original formato de Post-it. No es de mis preferidas, pero esta de hoy sí que me ha hecho mucha gracia:


Tratándose del 1 de agosto, esta tira parece dedicada a los que ocupamos este mes en meditar y preguntarnos, día tras día, por qué no habremos cogido vacaciones.
Clicky Web Analytics