Un examen para comenzar el mes

|
Está claro que este mes de agosto he escrito menos que el año pasado... No es que haya trabajado menos, que conste, sino mejor, en todo caso. He conseguido descansar más.

Bueno, termina agosto. Mañana comienza septiembre, último mes del curso. Y mañana, día 1, a las 9h... tengo una cita con mis alumnos.

Examen extraordinario de una de las asignaturas que impartí de febrero a mayo. Qué fecha más mala, qué hora más peor, como dirían por ahí...

Y examen que me he tenido que currar yo, porque prácticamente era el único profesor que ha tenido tiempo de ponerlo. Hoy mismo, una vez ya impresas las copias, he detectado un error en el enunciado de una pregunta, pero por suerte es fácil de corregir de palabra en el mismo momento del examen.

Con suerte, no tendré muchos exámenes que corregir. Estimo que se presentarán unos 50 alumnos, aunque he hecho copias hasta para 100 (y potencialmente se podrían presentar unos 149, pero nunca se ha dado el caso, en esta asignatura, de que en la convocatoria de septiembre se presenten más del 50% de los que se pueden presentar).

De esos 50 que espero que se presenten, se supone que me deberían tocar la mitad, más o menos, ya que he impartido 2 de los 4 grupos en que se divide la docencia de la asignatura. Un número más que asequible.

Bueno, ya contaré cuando tenga tiempo qué he hecho todas estas semanas en que no he escrito.

La verdad, la verdad: estuve a punto de abandonar este blog. De hecho, necesita una renovación a fondo. Pero, justo el día en que estaba barajando esa posibilidad, ocurrió algo que me hizo replanteármelo: ¡me llegaron dos comentarios! Dos comentarios en un mismo día, es todo un récord.

Parecerá una chorrada, pero para mí fue súper importante y significativo el hecho de recibir dos comentarios, y además, con mucha "chica", muy sustanciosos; comentarios que todavía tengo pendientes de contestar, por cierto. Lo haré tan pronto como me sea posible.

Bueno, hoy he vuelto a mi casa, después de pasar dos días fuera, en un lugar sin Internet y súper tranquilo... Veremos cuánto me dura esta tranquilidad, a partir de mañana.

Gracias a todos los que me leéis. Creo que sigue teniendo sentido este blog. No prometo dedicarle mucho tiempo, pero sí un poco, cuando pueda, para renovarlo un poco.

Nos leemos. Un saludo.

Volviendo a centrarme

|
La semana pasada estuve intentando arrancar el motor. Ahora ya voy a ponerme en marcha de nuevo.

En la práctica, estos primeros 10 días de agosto han sido de descanso, porque no he hecho casi nada de trabajo, aunque no he desconectado al 100%.

Hoy ya he intentado levantarme a una hora medianamente normal, y lo he conseguido. He hecho un poco de deporte (también lo estoy logrando, de momento), y hacia las 10h me he venido al despacho de la Universidad.

Podría quedarme en casa, pero de momento voy a venir aquí, porque veo que me concentro más.

He pasado la mañana contestando e-mails de amigos, pero también organizando un poco todas las tareas pendientes (de docencia, personales, etc.), que son bastantes. Ahora, todavía me falta meterle mano a las tareas de investigación, sobre todo a las relacionadas con la Tesis.

No quiero perder excesivo tiempo organizando, pero esto me sirve para centrarme, para resituarme. Llevo tanto tiempo con la Tesis parada...

Planificando el verano

|
O lo poco que queda de él.

Como veis, este año no estoy tanto en mi despacho (en estos momentos, escribo desde mi casa). Me he tomado el mes de agosto con más calma.

Faena no me falta. Pero, casi por necesidad, y un poco por inercia (o sea, porque no podía ser de otra forma), he decidido que este verano no viviré sólo para mi Tesis. Sería comenzar el curso ya cansado; un poco me pasó eso el año pasado, la verdad.

De momento, desde que volví de viaje, he pasado tres mañanas escasas en el despacho. Una de ellas, contestando a correos y cerrando temas del curso anterior. Otra, limpiando la mesa, archivando exámenes ya corregidos y preparando unas preguntas para un examen de septiembre. Y hoy, no ha llegado a una mañana, he estado empezando a organizarme lo que quiero que sea el resto del verano.

De momento, sólo me he apuntado en una hoja todas las cosas más o menos importantes que no quisiera dejar de hacer. La Tesis es sólo alguna de ellas. ¿Eso significa que voy a meterme todavía más presión, con más cosas a hacer, y que voy a acabar estresado y frustrado por no poder abarcar todo lo que me propuse? No; al menos, esa no es la intención. Al revés, quiere decir que asumo que me apetece hacer otras cosas a parte de la Tesis, y voy a dedicar un poco de tiempo a cada cosa. Y hasta donde llegue.

Porque, entre las cosas que me he apuntado, también está ver a los amigos, estar con mi familia y mi pareja, y dedicar tiempo a aprender un nuevo lenguaje de programación (me gusta la programación informática, y la uso en mi trabajo a veces) y a mejorar mi inglés, con el material de Vaughan (a ver si es verdad). Y hacer deporte. De momento llevo dos días cumpliendo lo que me había propuesto, en este último asunto.

Siendo sincero, sé que me he apuntado demasiadas cosas, y que sólo quedan 3 semanas para septiembre, donde tendré que empezar a preparar un congreso que tenemos a finales de mes, y los exámenes extraordinarios, y... Buf, mejor no lo pienso ahora.

Pero la clave es intentar cambiar algo, que no sea un verano igual que el anterior. Sí, avancé mucho el DEA, pero no tanto comparado con el tiempo que empleé. Veo que mis recuerdos del verano pasado no son un espejismo.

Por cierto, alucino releyendo lo que escribí a finales de agosto del año pasado. ¡Aún hay en esa lista cosas pendientes de realizar! La revisión bibliográfica de la Tesis, no la retomé nunca; y casi voy a tener que recomenzar con eso, este mes de agosto.

Tengo pendiente un post, a medio escribir, para comentar una herramienta que me está ayudando bastante a organizarme el tiempo: Remember The Milk. La usé en el pasado, y después de probar otros métodos, al final he conseguido organizarme con ella. La recomiendo. La llevo utilizando desde mayo con bastante éxito, diría yo. El objetivo mínimo está cumplido: llevar un control y seguimiento de todas las tareas que me traigo entre manos, y no ir agobiado intentando recordarlo todo. O sea, organizarme. Y ser constante en ello, que era mi punto débil.

La clave está, para mí, en poner como fecha límite de cada tarea no la fecha de fin, sino la fecha en que debe comenzar a hacerse o el día en que debe ser tenida en cuenta. Hasta ese momento, la tarea desaparece; en cada momento, sólo tengo en cuenta las tareas programadas para el día de hoy (y las de los días siguientes, por si acaso), e intento ser consecuente y dedicar mi tiempo sólo a lo que me he programado, y no a otras cosas.

El único esfuerzo —y la verdadera clave— es ir revisando un poco al final de cada día (para ver qué he cumplido, o si necesito seguir postponiendo una tarea para los días siguientes) y programando al final de cada semana (poner fechas para cosas pendientes, etc.).

Bueno, como decía, tengo un post para hablar de este tema, así que ya seguiré con él.

Ya estamos aquí de nuevo

|
"El mes de julio ha sido auténticamente de locos", acaba de decir un locutor en la radio, ahora mismo. No se me ocurre una frase más adecuada con la que describir el mes que ahora —por fin— termina.

Ya está aquí agosto otra vez; ya estamos aquí de nuevo.

He estado unos días fuera de mi ciudad, descansando. Descansando como nunca, porque es la primera vez en mucho tiempo que me marcho con todo terminado y sin cosas pendientes en la cabeza. He conseguido desconectar bastante.

A la vuelta, un empacho momentáneo de reencuentro con la realidad, con el calor de la ciudad, y... con todos los nuevos proyectos que me esperan.

Proyectos en el ámbito profesional: retomar la tesis. Con tranquilidad; sobre todo leer, situarme, intentar organizarme... Así quedé con mi director de tesis. Eso me dio tranquilidad.

En el plano personal: muchas cosas pendientes. Demasiadas. Desde mayo me he descuidado bastante, y ahora toca retomar la vida normal. Y cuesta. Estoy desubicado.
Clicky Web Analytics