
Mientras esperaba a que llegasen, me senté en el escalón de la puerta de la casa que da a la calle. Para no desesperar de aburrimiento, saqué de mi mochila un artículo de investigación de los muchos que tengo pendiente leer, y un portaminas para escribir y subrayar.
Y allí encontré la concentración.
Había sol, pero estaba a la sombra, y corría una brisa agradable. Tan agustito, como decía aquel. Me leí el artículo de cabo a rabo, enterándome de todo, marcando cosas que he de revisar, ampliar, profundizar... Fue un gustazo, la verdad. Mejor que en cualquier biblioteca o despacho. No sé si será una situación reproducible, o si ha sido un momento único e irrepetible... Pero me animó y me alegró.

Sí que es cierto que me falta el hábito; aunque me doy cuenta, por suerte, de que cuando me pongo, no tengo excesivos problemas para enterarme, coger la idea, etc. También, me falta un poco de orden (y esta frase no es la última vez que aparecerá en este blog): un artículo te lleva a otros artículos, a través de los artículos que éste referencia o que lo referencian a él. Hay que "barrerlo" todo, y no dejarse por leer nada que sea importante, etc.

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