Cómo romper el círculo y comenzar a ser productivo

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Hay muchos artículos sobre gestión del tiempo, tantos que si quieres leerlos todos... sería una auténtica pérdida de tiempo.

Pero este me ha gustado:


Habla de cosas básicas, de manera muy clara:

[...] La motivación es importante, pero diría que no tiene mucho que ver en cuántas tareas consigues terminar. Ciertamente, puede afectarte en un día malo, pero si tu problema se repite (retrasar las cosas habitualmente), tu problema no es la motivación; son los malos hábitos. En mi opinión, esta es la idea más fundamental para cambiar tus patrones de productividad.

El problema es romper el círculo vicioso:

[...] El problema tiene que ver con salir del círculo: para crear un nuevo hábito, tienes que completar tus tareas con constancia hasta que simplemente se convierta en una parte de tu personalidad y tu actitud. Pero ser constante en completar tus tareas es justamente tu problema inicial, así que ¿cómo demonios consigues salir del círculo?

Las claves que ofrece el autor:
  • Empezar por cosas pequeñas. La disciplina es como un músculo, así que, para ejercitarla, debe empezarse por pequeños retos, e ir incrementando la carga (en argot fisioterápico) progresivamente. Es como hacer abdominales (o cualquier otro ejercicio de gimnasio): cuando ya consigues hacer una serie de 20 casi sin esfuerzo, es el momento de subir a 40, por ejemplo.


  • Ser constante. Siguiendo con el ejemplo de los abdominales, no tiene sentido empezar, luego volver a dejarlo durante una o dos semanas, luego volver a tomarlo... Así, nunca pasas de 20 abdominales; pierdes todo lo que habías avanzado, cada vez que lo dejas.


  • No ser complaciente. Ir a más, no contentarse con poco. No hay límites, no hay un punto donde pararse y decir: "ya no me hace falta entrenar más".

Está bien tener todo esto en cuenta. Ser constante es uno de mis principales caballos de batalla. Los hábitos, la constancia... He escrito de esto mucho, en este blog, y todavía no he alcanzado un equilibro, un estado estable y duradero.

Quizás ahora mis altibajos ya no son tan grandes como antes, y sí que he avanzado mucho reduciendo el tiempo que dedico a la Docencia (a las tareas poco productivas), por ejemplo, pero creo que aún me queda mucho por hacer para adquirir hábitos productivos en general, y romper el círculo.

Es que, simplemente, muchas veces... no me apetece.

Estructura de una tesis

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Hablar hoy con mi director de Tesis me ha ayudado a calmarme y a ver las cosas con menos pesimismo.

Me sigue pareciendo una montaña toda la faena que tengo por delante, pero al menos ahora me siento más orientado; sé por dónde ir, hasta dónde llegar, etc.

Te pones a escribir la Tesis, aunque sea para decir "ya he empezado", y... ¿cuál es la estructura? No es que no haya hablado de ello con mi director, y por lógica está claro, pero quería ver algunos modelos, ejemplos...

Además de la tesis doctoral del que ahora es un importante investigador en mi área —es un documento insustituible, por lo bien que están explicados algunos conceptos—, husmeando en Internet he encontrado este enlace:


Ya sé que hay mil páginas como esta e incluso tesis enteras colgadas en Internet (madre mía, cómo ha cambiado la vida gracias a Internet, no me cansaré de decirlo), pero esta en concreto me ha gustado porque da directrices y mensajes claros, y porque muestra una estructura bastante genérica y razonable. Lo que una tesis debería ser, y lo que no.

Estudiar después de cenar

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Estudiar después de cenar. Un clásico.

No lo he probado casi nunca, que yo recuerde. Pero hoy me ha dado buen resultado, y quizás repita.

Ando todavía intentando centrarme, coger el ritmo... y ya estamos a mediados de octubre. Reconozco que hasta el pasado domingo NO me había dicho a mí mismo: "venga, déjate de excusas, y ponte en serio. Que esto va en serio, sí.".

Por otro lado, me ha costado mucho encontrar la manera correcta de organizarme el tiempo. Había reservado los fines de semana (bueno, desde el viernes hasta el lunes) para la Tesis, porque no tengo clases; lo hice porque pensaba que es cuando más tiempo seguido tengo para trabajar. Pero NO me resulta; siempre tengo algo que hacer, o estoy cansado de toda la semana...

Este fin de semana, me dediqué a tope a docencia: revisar transparencias, ejercicios propuestos, corregir las memorias que los alumnos me entregan en las prácticas, etc. Y me quité mucha faena de encima, como para casi vivir de rentas unas dos o tres semanas (o más).

O sea, que ahora ya no tengo excusa para aprovechar todo momento que tenga para la Tesis. He empezado BIEN la semana, digamos.

Y, para ser sinceros, me daba cuenta de que llego al final del día muy fresco, muchas veces, y que desperdicio varias horas después de cenar hasta que me duermo (generalmente, demasiado tarde, [mucho] después de las 12 de la noche).

Un amigo mío, que trabaja fuera de la Universidad, está preparándose ahora para un examen relacionado con su trabajo, y estudia por las noches; ¡se acuesta casi a las 3!

No sé si llamarlo ejemplo, inspiración... El hecho es que me dije: si quiero sacar esto adelante (la Tesis), he de tomármelo en serio (a eso me refería al principio del post). Esta semana me he propuesto intentar levantarme bastante pronto, como si tuviera un trabajo normal (je, je). De momento, lo estoy cumpliendo.

También estoy más concentrado en la Tesis todo el día. Y después de cenar pienso aprovechar también un rato, sobre todo los días en que tengo clases, como hoy.

Veo que ahora he hecho un pequeño esfuerzo, real, por tomarme esto más en serio. Tengo que decirlo aquí, y decírmelo a mí mismo, para animarme.

Aun así... Veo que todavía me queda mucho. Estoy todavía comenzando a leer artículos básicos, relacionados con mi tema de investigación, y cuanto más leo, más me doy cuenta de lo que me falta por leer, lo que me falta por abarcar...

Eso del RSS

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Para los que tenéis problemas al acceder a este blog (ya comenté que soy consciente de que tarda mucho en cargar y de que no es muy cómodo de leer, y que modificaré el diseño cuando pueda), os sugiero que os suscribáis a él mediante RSS.

A lo mejor sabéis de qué va, pero a lo mejor no. Para los que no: entráis en Google Reader o Bloglines (hay muchos más "agregadores", pero estos dos son los más conocidos), y os dais de alta.

Después, podéis añadir los blogs a los que soléis acceder regularmente, bien desde esas páginas o bien a través de los blogs en cuestión. Habitualmente, en las páginas web susceptibles de ser "agregadas" aparecen las siglas RSS, con un enlace que hay que pinchar, o copiar y pegar en Google Reader o Bloglines.

A partir de ese momento, para estar al día de lo que os interesa leer, sólo tenéis que entrar en esa página.

Lo he explicado fatal. Aquí podéis encontrar una mejor explicación:

¿El arte de la docencia, o la rutina de dar clase?

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Como ya veis, ando atareado y escribo poco aquí.

Sólo puedo decir que es buena señal, en este caso, porque la verdad es que estoy bastante centrado en la parte de revisión bibliográfica de mi Tesis.

Pero siempre hay lugar para enlazar (no me da tiempo a comentar) varios posts del siempre interesante blog de Lola, El Lolaberinto.

El tema común a todos ellos: el arte de la docencia, y cómo algunos lo transforman en una penosa rutina. Recomiendo este blog, y estos post:


Y algo que no tiene nada que ver con la docencia, pero que recomiendo:
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