Tutorías, créditos y esas cosas

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Ayer ya empezó a verse más movimiento en el campus. Todavía se puede aparcar prácticamente donde te dé la gana, pero ya no es un desierto, y comienzan a haber colas en las cafeterías, en algunos momentos del día. Los alumnos están ya de vuelta...

Ayer mismo me encontré con otra alumna, a la hora del café. Está preparándose para uno de los pocos exámenes que le quedan; mi asignatura ya la aprobó en junio. También se sorprendió de verme por aquí.

Al hablar con esta chica (muy buena alumna, la verdad), recordé que debía poner un horario de tutorías para septiembre (tengo 3 exámenes extraordinarios —o sea, "de recuperación"—). Envié un correo a los alumnos, indicándoles cuándo pueden venir a visitarme.

¿Cuántos profesores ponen un horario de atención en septiembre? Mejor dicho, ¿cuántos están disponibles en septiembre? Espero no ser el único. De hecho, sé que, en las asignaturas que llevo, no lo soy (por suerte, tengo buenos compañeros).

También ayer me preparé mi calendario y mi horario para el próximo cuatrimestre. En uno de los centros donde daré clase, el cuatrimestre empieza el día 17 de septiembre; en otro, el día 24.

Dado el título de este blog, que ya intenté explicar en su momento, tenía pendiente contar aquí cómo se distribuyen exactamente esos 33 créditos de clase que debo impartir en el curso 2007-08.

Entre junio y julio se produjo el "reparto" de créditos. La gente no lo sabe (los alumnos, quiero decir), pero a finales de curso, más que los exámenes, lo que nos ocupa (y, a veces, preocupa) a los profesores es decidir y saber qué asignaturas querremos y podremos impartir el curso siguiente. A veces se convierte en una negociación bastante desagradable. Siempre hay sorpresas de última hora...

Normalmente, la gente (ahora me refiero a los profesores) da siempre la misma asignatura, pero en cuanto a uno se le ocurre cambiar, o se produce cualquier alteración (una baja, una reducción docente, una excedencia, etc.), los movimientos y daños colaterales pueden ser tremendos (menudo efecto mariposa).

Bueno, ya contaré batallitas concretas del reparto de créditos, pero ahora no me apetece, la verdad.

Después de la "batallita" de este año, y salvo variaciones de última hora, este curso impartiré 31,5 créditos, que se distribuyen de la siguiente manera:

1.er cuatrimestre
CréditosHoras semanales de clase
8,75(27,8%)5,83h
2.º cuatrimestre
CréditosHoras semanales de clase
22,75(72,2%)15,17h


Las horas semanales de clase están calculadas bajo el supuesto de que 3 créditos equivalen a 2 horas semanales. Esto es así en la mayoría de casos (los horarios definitivos dependen de los centros), y se basa en los supuestos de que 1 crédito son 10 horas de clase, y que 1 cuatrimestre tiene 15 semanas reales de clase. En la práctica, un cuatrimestre suele tener entre 12 y 14 semanas de clase efectivas, así que, muchas veces, no llegamos a impartir todos los créditos que se supone que tenemos que dar.

En mi caso, las horas semanales de clase se ajustan bastante a la realidad, aunque es un promedio, ya que, entre otras cosas, impartiré clases prácticas de periodicidad quincenal.

A las horas semanales de clase hay que añadir, en todo caso, 6 horas semanales de tutorías. Que las cumplirá quien las cumpla, pero yo, desde luego, soy uno de los pringaos que las cumplen. Otra cosa es que sirvan de algo. Este año me propongo hacer un seguimiento de cuánta gente viene a tutorías a lo largo del curso. Los periodos estrella son las semanas antes de los exámenes, por supuesto. Y los alumnos esperan y pretenden que, en esas semanas, tengamos un horario de atención 24 horas non-stop, tipo Seven Eleven. Sobre todo, si te ven accesible. Bueno, hay de todo. La mayoría de mis alumnos son muy educados, la verdad.

Por si a alguien le pica el tema horario (una media de 11 horas semanales de clase, en el peor de los casos, más 6 de tutorías, hacen un total de 17 horas a la semana), aclararé que nuestra jornada laboral (la de los que estamos a tiempo completo) es de 35 horas semanales, creo.

¿Qué se supone que debemos hacer el resto del tiempo? Bueno, pues ya lo expliqué un poco en mi primer post: preparar las clases e investigar. Y también gestión, a quien le toque. Una versión más lucrativa de investigar, que se me olvidó comentar en ese primer post, es la consultoría. Es como investigar, pero trabajando para una empresa, con la que firmas un convenio o un contrato de colaboración.

Eso es de lo que más dinero da a la Universidad (que suele quedarse un porcentaje de todo lo que se hace) y a los propios profesores, claro. De hecho, hay gente que se dedica prácticamente sólo a eso (y a dar, mal dadas, sus cuatro clases, claro), y se forran, por así decirlo. No son la mayoría; sólo unos cuantos muy listos que se lo han sabido montar muy bien. Y lo digo sin resentimiento. Si yo investigase en algo que diera dinero, y tuviera una mentalidad empresarial... seguramente me montaría mi propia empresa, o bien haría lo que hacen estos.

Lo único verdaderamente criticable es el hecho de que hay gente que se monta su corralito de proyectos, contratos, convenios... (con becarios de investigación haciendo el trabajo duro a bajo coste) y llegan a descuidar del todo la investigación propiamente dicha (descubrimiento de nuevos resultados, etc.) y, sobre todo, las clases. Yo pienso que debe mantenerse un equilibrio entre todas las facetas de nuestro trabajo (porque ahí está la gracia, lo que lo distingue de cualquier otro). Si tu único objetivo es ganar dinero, y no promocionar ni favorecer el saber y el conocimiento, veo mucho más honesto montarse una empresa independiente, como he comentado.

Este post me ha salido muy largo, y la verdad es que no sé por dónde cortarlo o trocearlo, así que voy a parar ya y lo voy a dejar como está.

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