6 años

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Bueno, una semana más (o una semana menos, según se mire).

En esta semana, comencé el lunes con una típica resaca post-congreso: demasiada gente transitando por nuestro despacho. El despacho en el que estamos Zoe y yo está al final de un pasillo, pero cerca del despacho de Secretaría de nuestro Departamento. Entonces, por una cosa o por otra, siempre tenemos mucha gente pululando por nuestro despacho; gente que viene a saludar, o que viene a preguntar algo, etc. Yo a veces digo que eso parece como el plató de 7 Vidas: entra un personaje, dice su gracia, y se va; y van sucediéndose los personajes, uno tras otro.

Y el lunes, era peor que la vuelta de las vacaciones, peor que el día después de un partido de fútbol: los comentarios post-congreso.

Bueno, pero salvando el lunes, la normalidad, la otra cara de la rutina buena (la rutina mala sería la monotonía), se ha instalado ya, gracias a Dios, en mi día a día. [Cuan repelentemente escribo hoy...]

Esta semana comencé las clases de una asignatura en la que sólo doy prácticas. Para entendernos: en este cuatrimestre sólo imparto prácticas de una asignatura, y teoría y prácticas de otra. En ambas asignaturas, soy el profesor responsable (que no mola mucho, pues no supone demasiado reconocimiento y sí más trabajo).

Además, el número de alumnos en ambas asignaturas es bastante reducido, la verdad. En la que sólo doy prácticas, hay matriculados 13, y están viniendo a clase casi todos. Así da gusto dar clase, la verdad.

En la otra asignatura, hay unos 34 matriculados (todavía está cerrándose el periodo de matriculación, etc.), pero a clase asisten regularmente unos 15 ó 20. Con estos ya hace unas semanas que comencé.

En general, este curso tengo buenas sensaciones, por el momento. La parte buena de tener pocas clases este cuatrimestre es que voy más relajado, y creo que he empezado siendo menos rollero que otros años y más atento a que la gente se entere más.

La que también se ha estrenado este año es mi compañera Zoe: es el primer año que imparte clase de teoría; hasta ahora, únicamente había dado prácticas.

Se lo está tomando con mucho interés y lo está haciendo muy bien, la verdad. Se la ve muy animada. Y eso que no es una profesora que sólo se dedique a docencia...

Me explico: en este Departamento, y en esta Universidad, antiguamente no se premiaba mucho la investigación (todo lo contrario que ahora). Como consecuencia, abundan mucho los profesores que no saben o no quieren investigar, o simplemente les gusta más dar clase, prepararse sus clasecitas, sus powerpointcitos, sus evaluaciones semanales o quincenales, sus practiquitas... Que está muy bien, y yo soy de los que pierde bastante tiempo preparando material docente, pero... aquí también estamos para investigar.

Bueno, pues Zoe se ha dedicado bastante a investigar, y lo sigue haciendo. El curso pasado leyó la Tesis Doctoral —¿cuándo llegaré yo...?—, y hasta entonces minimizaba el tiempo dedicado a docencia, impartiendo sólo prácticas (no tienes que preparar tanto material, porque muchas veces ya está hecho, y, aunque a veces has de corregir prácticas, no sueles tener que corregir exámenes). Ahora ya ha empezado con clases de teoría. Y lo está haciendo muy bien. Dice que es una cosa que siempre había deseado hacer: poder explicar a la gente cosas... Es genial oír algo así de un profesor, porque... es tan poco frecuente, a veces...

Yo, el próximo 15 de octubre cumpliré 6 años en esta Universidad... Me veo muy distinto a cuando entré y, sobre todo, con más experiencia (obviamente; malo sería si no lo viera así).

Y, sin querer ser en absoluto paternalista ni tirar demasiado de nostalgia, la verdad es que cuando veo cómo se prepara Zoe las clases, y cuando me cuenta las dificultades con que se encuentra y las anécdotas que le van sucediendo... me acuerdo de cuando yo empezaba.

Mi experiencia es que el primer año vas un poco perdido y no sabes ni cómo acabas dando las clases. Pero también, a veces, el primer año que impartes una asignatura es de los que mejor te salen, porque te la preparas casi al mismo tiempo que la vas impartiendo, de manera que lo tienes todo muy fresco, muy reciente, y lo intentas explicar para que lo entiendan, tal cual (algo que debería ser siempre así, pero que, por oscuros motivos, no lo es).

6 añitos ya... Espero que sean muchos más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola!
Sigo enganchado a tu blog, así que ya van surgiendo algunas preguntas que me hago a mí mismo y que me gustaría hacerte a tí.
Si no te importa...
Verás, terminé la carrera hace unos años y siempre he deseado se profesor universitario. Este año voy a empezar los cursos de doctorado (ahora Master, según Bolonia)pues siempre he pensado que era imprescindible el doctorado para dar clases en la Facultad. Pero veo que no, que tú y algunos de tus compañeros aún estáis con la investigación. ¿Podrías decirme, entonces, qué otras vías hay para ser profesor universitario si no tienes el doctorado?
Y por supuesto, te agradezco cualquier consejo que quieras darme...
Gracias!!

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