
Lo primero: ¿quién ha quitado todas las plazas de aparcamiento que había libres? ¡Por Dios!, pero si los exámenes duran (casi) todo el mes de septiembre. Quedaos unos días todavía en vuestras casas, por favor, no vengáis todos de golpe al campus.
Por lo demás, la reentrada ha sido suave. Estar resfriado ha sido la excusa perfecta para no tener que estar de charla durante media hora con todos los recién llegados. Buen ambiente, en general.
Se ha notado también que el aire acondicionado no tira mucho... En agosto lo tenía todo pa' mí, pero ahora ya no, y se siente más calor en el despacho.
Y la anécdota del día. Tenemos un examen el 11 de septiembre, y ya están viniendo los alumnos a preguntar. Yo ya puse mi horario de tutorías, que empiezan este miércoles por la tarde. Pero mi compañero de asignatura —y director de tesis, por cierto— no.

Conclusión: al final me comeré yo al alumno, as usual. Ha sido el primer punto de la temporada; y sin calentamiento previo, sin pelotear ni nada. Por lo menos, he devuelto bien las bolas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario