Trabajo en equipo

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Poco a poco iré contando cosas que han pasado en estos meses de "desierto bloguero".

Hoy prefiero dejar aquí una reflexión sobre la importancia del trabajo en equipo, al hilo de cosas que me han sucedido hoy.

Una de las cosas que más claras vi al llegar aquí, a la Universidad, desde un trabajo normal, es que la gente suele ser bastante individualista a la hora de trabajar (dejando a parte, además, actitudes poco profesionales, como llevar al terreno de lo personal discusiones profesionales, y viceversa). Yo mismo a veces pienso que es más cómodo cuando das dar una asignatura tú solo, porque te evita tener que coordinarte con nadie, y haces un poco lo que quieres; más que nada, se ahorra tiempo.

En mi caso, creo que mi director de Tesis, Rita y, en menor medida, Astur (porque está floja de salud), formamos un buen equipo, a pesar de los momentos de inestabilidad que a veces vivimos. Todavía podríamos potenciar más las habilidades o aptitudes de cada uno, pero creo que la simbiosis, dentro del caos y la precariedad, va funcionado bien. [Pienso que faltan aún unos años hasta que lleguemos a un punto de equilibrio o estabilidad, que se produciría cuando Rita y yo terminemos la Tesis, mi director de Tesis lleve ya a su hija al colegio, y Astur recupere todas sus fuerzas y energías.]

Hoy he tenido un ejemplo claro de esto. Resulta que el jueves Rita y yo nos vamos a un congreso. Realmente, el trabajo que vamos a presentar lo han realizado más Rita y mi director de Tesis; es el tema de Rita, digamos, no el mío.

Pero yo he colaborado un poco en todo, y además, me ha tocado realizar la exposición (Rita todavía no se ha estrenado en congresos internacionales, y este lo es; al próximo ya le toca hablar a ella).

Llevo desde mediados de la semana pasada intentando terminar el powerpoint definitivo, y haciendo el guión en inglés de lo que tengo que decir (me gusta hacerme ese guión, porque veo que todavía no tengo suficiente soltura para improvisar mucho en inglés). Pues bien, hoy todavía no lo había terminado del todo (el powerpoint está igual que hace 5 días, a falta de incluir unos gráficos y retocar algunos detalles; el guión estaba hasta un poco menos de la mitad), y habíamos quedado a las 10h para realizar un primer ensayo, ver qué decir y qué no decir, cómo decirlo, etc.

Yo iba un poco cagado, como oveja llevada al matadero... Anoche terminé de comprender que, simplemente, NO me apetece nada realizar esta ponencia; ni preparármela, ni exponerla. Porque no es mi tema, y porque me veo inseguro con el inglés. Y que por eso he ido retrasando tanto el momento de acabar esto (el powerpoint y el guión), hasta llegar al extremo de que hoy, como digo, no tenía terminado lo que me había comprometido hacer. ¡Y nos vamos el jueves al congreso!

[Aclararé que esto no es la primera vez que me pasa, y tengo claro que no será la última. Más de una y dos veces he terminado el powerpoint de un congreso en el propio lugar del congreso.]

Bueno, el caso —para no enrollarme más— es que a mi director y Rita les ha gustado mucho lo que traía hecho y, al trabajarlo con ellos, me he dado cuenta de que no estaba tan mal y de que, en el fondo, no faltaba tanto para terminarlo. Está ya casi hecho. Eso sí, hoy no me voy hasta que no lo termine.

Para mí, esto ha sido un miniejemplo de que trabajar en grupo siempre ayuda. En este caso, se trataba simplemente de desatascar mi mente, que estaba bloqueada por ver que no avanzaba y que, en el fondo, no quería avanzar.

En otras ocasiones me ha pasado lo mismo, o una variante: llegar atascado o sin ideas a una reunión (por desmotivación, o porque realmente me encuentro en un punto en el queme hace falta una ayuda para avanzar), y al comentarlo con el resto del grupo (en especial, con mi director) lo veo todo de otra forma, más fácil de lo que lo veía.

Otro ejemplo más normal y sólido de las bondades del trabajo en grupo me ha venido hoy al conversar con otro compañero que leyó la Tesis hace un tiempo. Desde que es Doctor, no ha parado de realizar estancias posdoctorales, y trabajar con diferentes grupos de investigación... hacer currículum, en definitiva.

Por lo que sé, en su Tesis se encontraba bastante sólo, profesionalmente hablando, y le costó bastante terminarla y pulirla, una vez terminada, antes de poder defenderla.

Me comenta ahora que, desde que trabaja en grupo, todo es muy distinto. Uno ya se hace su hueco, digamos (se especializa en una cosa, por así decirlo), y es la colaboración, el trabajo en equipo, el reparto del trabajo, lo que hace posible ser productivos. Tres o cuatro personas es un buen número para sacar adelante un artículo con relativamente poco esfuerzo (comparado con hacerlo solo), siempre que sea un grupo bien coordinado, estable, etc.

Quizás pueda parecer que divago... Pero para mí, esto son dos muestras claras de que en grupo se consigue mucho más que individualmente (¡hasta en fútbol lo saben!). Y sé —espero, más bien— que llegará un momento en que en este grupo en el que estoy, o en otro (o en varios a la vez), llegaré a vivir en primera persona lo que es trabajar en equipo, de manera coordinada y productiva. En parte, me pregunto: "¿por qué no ya?" En eso estamos...

2 comentarios:

Doctorando dijo...

...y no sólo viene bien el trabajo en equipo cuando no se ve salida a lo que estamos haciendo, sino que ayuda también a controlar ese optimismo exagerado que a veces nos embriaga cuando las cosas salen bien. Nunca viene mal que alguien nos diga que nuestro trabajo está mejor de lo que pensamos, pero tampoco viene mal que nos adviertan que tampoco está tan bien como parece.

Esas son las más difíciles de decir. Y a mí personalmente son las que más me ayudan. Como dijo Ben Harper: "The stones from my enemies, these wounds will mend....but I cannot survive the roses from my friends".

Profesor Atreintaytres dijo...

Muy buena observación, y muy buena frase, doctorando.

Gracias por contribuir a enriquecer el blog con tus comentarios.

Nos seguimos leyendo.

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