Ha valido la pena

|
Hoy ha sido, por fin, el curso que tenía que dar en una empresa.

Los últimos días lo he pasado realmente mal. Creía que no llegábamos (faltaba todavía por cerrar cierto material fundamental) y que no iba a ser capaz de hacerlo (un curso en inglés, a un tipo de público al que nunca antes me había enfrentado, y con la exigencia más propia de un consultor que de un docente).

Realmente, deseaba con toda mi alma volver atrás en el tiempo y haber dicho NO a este compromiso, que me ha quitado más horas de sueño en 1 semana que el DEA y la Tesis desde que existen. He comprobado que soy capaz de dormir sólo 1,5 horas y aguantar toda la mañana siguiente; dormir 1,5 horas más de siesta después de comer, y continuar a un ritmo medio-alto toda la tarde.

Bueno, pues bien: creo, pienso que ha valido la pena. Todo se ve ahora distinto, porque el curso ha resultado muy bien, ha funcionado, les hemos dado lo que esperaban, y de la manera que ellos esperaban (que era, también, la manera en que nosotros queríamos darlo), y nos hemos sentido cómodos. Éxito en todos los sentidos. Incluso, de manera positiva, les ha parecido corto.

Y puede haber continuidad, con más ediciones (una seguro ya para verano), con lo cual, el trabajo hecho se amortiza. Espero.

Lo valoro como una buena experiencia, porque, al haber salido todo tan bien, te quedas con un buen sabor de boca. Pero, más allá de eso, pienso que sí, que es cierto lo que me decían cuando me propusieron este curso: "míralo como un reto, como una oportunidad de desarrollo profesional, de completar tu currículum, una experiencia que te enriquece", etc. Pues, sí, ha sido eso (bueno, aún tendré que ver los efectos a largo plazo...).

Y gran parte de la culpa del éxito del curso y de que lo haya vivido finalmente como una buena experiencia la tiene mi compañero (desde hoy, lo considero como tal) Johnny, el consultor que me asignaron. Un tipo genial, sencillamente. No se puede decir más. Sin él, esto no habría sido posible. He aprendido con él y de él.

No me gusta ser esclavo-consultor; es la mayor ventaja que tiene mi trabajo: la autonomía o libertad, según se quiera ver. Pero, dejando clara esa puntualización básica, he de decir que ha sido muy importante para mí salir de la Universidad y hacer algo distinto. Ha sido enriquecedor, de verdad. [Además de lo que farda decir que has dado un curso en inglés.]

También, la verdad es que hoy, ahora, me siento con mucha más confianza en mí mismo. Me siento bien conmigo mismo, la verdad; no puedo negarlo.

Por otro lado, aunque lo haya comentado arriba como una anécdota, no estoy orgulloso de haber dormido sólo 1 hora y media el otro día, para poder llegar a preparar esto. Me preocupa, y mucho, porque habla de mi actual dificultad para cumplir con los plazos impuestos. Desde que dejé mi trabajo en el mundo real (fuera de los muros de la Universidad), hace ya casi 7 años, no había tenido que atender casi nunca requerimientos del estilo "esto tiene que estar para ya, y tiene que salir como sea".

Y a ese tipo de exigencia me he tenido que enfrentar esta vez. Y eso ha sido duro, la verdad. O yo lo he vivido como algo muy duro y nada agradable.

Pero me pasa parecido (aunque atenuado, pues la exigencia viene de uno mismo, y un poco de las circunstancias) con todo aquello que tiene plazos, en mi actual trabajo universitario. Lo paso mal, cada vez que me veo con el agua al cuello como consecuencia de no haber sabido organizarme.

Como Johnny es un gran experto en temas de habilidades personales (skills, que está de moda ahora), creo que le pediré algún consejo sobre cómo aprender a organizarme.

Comenzaré con preguntarle YA trucos fáciles para que, en días como mañana, evitar las distracciones.

Mañana tengo clases de 8 a 9h, y después se supone que tengo toda la mañana para estudiar/trabajar; y es que tengo trabajo (me queda terminar el artículo que llevo pendiente, para un congreso).

Pues bien, sé que mañana vendrá mucha gente al despacho. Lo presiento; es un día muy cercano ya a las vacaciones de Semana Santa, y la gente pulula, el ambiente invita al relajo. Y no quiero tener que decirles: "mira, vete, que tengo mucho trabajo (porque es verdad); yo no vengo aquí a conversar, sino a trabajar".

Pero algo les tendría que decir, sin duda. De una manera amable. El despacho de Zoe y mío a veces parece un consultorio, además de un plató de 7 Vidas, como ya comenté en un post anterior.

Y no puede ser que te plantees una mañana de trabajo intenso y serio, y que acabes perdiendo la mitad de ese precioso tiempo, en ratitos sueltos, charlando con la gente de mil cosas y qué sé yo.

¿Cómo gestionar eso? Yo puedo intentar no enrollarme, no provocar yo las conversaciones, no alargarlas innecesariamente, etc. Pero no quiero parecer seco ni distante, ni ser como no soy, en definitiva...

No me preocupa mucho, para mañana, pero sí en general: ¿cómo aprender a cumplir con los plazos? Sé que esta vez he escarmentado, y que seguramente ahora tendré una temporada más productiva y organizada. Pero, ¿cuánto durará esta inercia? He de saber aprovecharla para tomar un impluso definitivo...

Perdonad por el rollo, los que me leáis, pero es que llevo levantado desde las 5.10h de la mañana de hoy, para llegar a tiempo a donde era el curso, y estoy escribiendo antes de caer rendido en la cama...

Un buen día. Una buena experiencia. Un buen compañero. Un impulso nuevo.

Quizás marcándome pequeñas metas... pueda funcionar. Sólo encuentro que debo ser más constante en la manera en que me apunto y reviso y programo las tareas que llevo en marcha. Es algo que todavía no he conseguido hacer semanalmente (la revisión de tareas).

También reconozco que me ha servido que me aprieten un poco, con el "esto tiene que estar YA, como sea" (firme pero no autoritario, en el caso de Johnny; con mucho tacto, en todo caso). "No puedes venirme el lunes con las manos vacías" (dicho con una sonrisa). "Esto es fundamental". Y yo, me lo creía, por decirlo de algún modo, y lo hacía. Me he dejado guiar por esas frases. A lo mejor, se trata de autoconvencerse, empleando muchas veces frases así, mentalmente.

Concretamente, me ha gustado mucho (porque hoy me ha llegado, en un momento concreto), la frase "esto es fundamental". Implica muchas cosas, para mí (me recuerda a las veces en que la hemos usado hoy).

Mi pareja también me está ayudando mucho en esto, por cierto. Supone un estímulo y un gran apoyo. Ella me recordó ayer la idea de "escribir lo que tienes que hacer" y "mejor pequeñas cosas en plazos cortos de tiempo". Gracias.   :-)

2 comentarios:

Autor del blog dijo...

Pues felicidades de alguien que está "al otro lado", es decir, que cada día tiene algo "para hoy"

Profesor Atreintaytres dijo...

¡Gracias!

Buf... No me acabo de acostumbrar a esto de sentirse consultor y de tener todo para ya.

Pero algo de esfuerzo por autoobligarme tengo que hacer...

Clicky Web Analytics