Este curso (bueno, el curso pasado) he cosechado resultados verdaderamente espectaculares, mucho mejores de lo que yo esperaba.
Concretamente, han sido los siguientes:
- Asignatura 1 (troncal, 1.er ciclo):
12 alumnos encuestados, nota media: 9,25 - Asignatura 2 (optativa, 2.º ciclo):
17 alumnos encuestados, nota media: 9,53 - Asignatura 3 (troncal, 2.º ciclo):
65 alumnos encuestados (2 grupos), nota media: 7,64 - Asignatura 4 (obligatoria, 1.er ciclo):
19 alumnos encuestados, nota media: 8,04 - Asignatura 5 (troncal, 1.er ciclo):
24 alumnos encuestados, nota media: 7,33
[Las notas medias de cada asignatura, NO nos las dan calculadas directamente (aunque sí se sabe la traducción numérica que se hace de las respuestas "Totalmente en desacuerdo" a "Totalmente de acuerdo"). Yo la he calculado como la media aritmética de las notas medias de los diferentes apartados o epígrafes de que se compone la encuesta. Se podría hacer un cálculo más fino, ponderando, etc., pero no tengo tiempo ni ganas.]
No sé si me consideraréis un repelente por poner aquí las notas, pero es que, la verdad, estoy muy orgulloso y, sobre todo, contento por ver que, al final, el esfuerzo y la dedicación se ven por algún lado.
Estas encuestas actualmente se usan en mi Universidad para calcular un índice que mide tu actividad docente (también se mira si has publicado algún libro docente, etc.), y que luego se traduce en una asignación económica, de la que puedes hacer uso para comprar libros, material de trabajo o de laboratorio, etc.
Como decía arriba, yo pensaba que este curso pasado los alumnos me iban a puntuar peor. Porque, la verdad, me estaba dando cuenta estos días de que en el curso pasado, en algunos momentos, iba a dar mi clase "a saco", sin detenerme mucho en los detalles, sin pararme para hacer ejemplos o dejar tiempo para hacer ejercicios, etc.; como intentando cumplir con el programa, pero sin pensar mucho en los alumnos. Aunque siempre intento ser receptivo, claro.
Las asignaturas 1 y 2 son las que estoy impartiendo en este cuatrimestre; la 3, 4 y 5 son las que vendrán a partir de febrero. Yo soy profesor responsable de la 1 y la 2. En todas me siento muy a gusto. Los alumnos que más difíciles me resultan son los de la 5, y por eso es una alegría que me hayan puntuado así. Es casi como una relación de amor-odio, lo que tengo con esos alumnos. Ya os contaré en el cuatrimestre que viene, qué tal la nueva hornada...
La asignatura 1, la llevo impartiendo los 6 años que llevo aquí, y esta es la vez en que mejor puntuación he obtenido.
Veréis que el número de alumnos no es muy elevado... Bueno, en el caso de la asignatura 3 es alto, y aún podría ser mayor; ahí sí que tengo grupos multitudinarios. Lo que sucede es que, a la hora de hacer la encuesta, muchas veces cae cerca de exámenes, y muchos alumnos no vienen a clase.
El truco para que te salgan unas encuestas decentes, y más justas o representativas (aunque parezca lo contrario) es que te pasen la encuesta un día en que no tienes un número excesivo de alumnos en clase; más bien tirando a pocos. Los habituales, vamos, los que no fallan. Esos son los que tiene sentido que te examinen (valoren, mejor dicho); los que te han venido siguiendo durante todo el cuatrimestre. No el que llega tarde a clase, si llega, se sienta al final, resopla, y mira la pizarra como quien está viendo una película china o un documental.
Será difícil mantener el listón este año...
Por cierto, hablando de notas... Tengo pendiente comentar los resultados de los exámenes de septiembre... Estoy en ello. Pero voy a ver si curro un rato.
2 comentarios:
Felicidades por los resultados. Y también a la universidad por atreverse con ello.
Recuerdo mis tiempos de puntuar profesores, recuerdo especialmente al peor que he tenido, alguien que solo pasaría ligeramente el cero... ¿se molestaría en mirar la encuesta? ¿alguien le llamaría a preguntarle qué pasaba?
Hay muchos profesores que pasan de las encuestas... Al hablar con profesores de otros departamentos de mi Universidad en el congreso pasado, me di cuenta de que mi Departamento no está tan mal, en cuanto a la calidad de la docencia que impartimos, o al menos en cuanto al interés que se demuestra. Hay muchos departamentos en los que pasan olímpicamente de todo; en el nuestro, en general, nos da un poco de reparo, cuanto menos.
De hecho, la media general del Departamento en las encuestas suele ser alta, alrededor del 7.
Obviamente, siempre hay excepciones y ovejas negras...
Hay, en concreto, un profesor en mi Departamento que se acaba de jubilar (es de los que NO asistió a la comida homenaje que hubo recientemente) y que, literalmente, NO daba clase de lo malo que era.
Bueno, más que malo, excesivamente exigente y fuera de toda lógica y medida; pasota, a su bola, prepotente...
Por lo visto, iba a su bola, explicaba lo que le daba la gana y exigía aún más, de manera que suspendía a todo el mundo. Literalmente; quizás aprobaban uno o dos alumnos, en cada convocatoria.
Cuando el tapón de alumnos suspendidos empezó a ser importante (impartía clase en diferentes centros, con lo cual el lío todavía era más abultado), hubo incluso manifestaciones de alumnos contra él delante de Rectorado —me pregunto si algo así sería posible ahora, con lo pasotas que son la mayoría de alumnos—...
Total, que como el hombre era funcionario, la decisión del Rector fue "que este hombre no dé más clase". Y así fue. CERO créditos, in aeternum. De eso hará unos 10 años o más.
Si no fuera porque lo he vivido (en la asignación de asignaturas que se produce anualmente, nos hemos comido sus créditos entre el resto de profesores del Departamento, hasta que se ha jubilado) y porque he conocido a algunas personas que fueron alumnas de este profesor (¡y aprobaron!; unos máquinas), pensaría que es una broma macabra o una leyenda urbana, pero no, es cierto, y pasó en mi departamento.
Tan cierto como que mi compañera Zoe y yo ocupamos actualmente el que antes fue el despacho de este profesor... Se jubiló y después intentó desjubilarse, pero el Rector no lo aceptó, y él recurrió. El hombre amenazó con volver y echarnos del despacho, a Zoe y a mí, cuando su recurso se resolviera. Pero cuando fallaron a su favor, se volvió a jubilar, esta vez ya definitivamente. Todo eso lo hizo para estar un curso más sin dar clase pero cobrar como si lo hubiera hecho (el sueldo de prejubilado es menor, obviamente). Increíble, pero cierto.
Publicar un comentario